Egoadictos,
amantes de las limited edition y
tendenciosos. Forajidos de la elegancia y prescriptores de la extravagancia, tocaba
volver. Toca volver tras unas semanas de ausencia, agenda completa incluida, volcado
en mis clases en IDACEM, en nuevos proyectos, algunos de ellos laborales, y
otros muchos vitales.
Y
hablando de novedades, poca novedad tiene el post de hoy, pero la tendencia
mata, digo manda y servidor se erige representante y fiel obediente de las
mismas. Mirando atrás en el tiempo, uno descubre que la clave del post de hoy,
la pata de gallo, es al invierno, lo que las flores a la primavera o el estilo
navy al verano: todo un clásico.
Y
todo un clásico que vuelve con más fuerza que nunca al primer plano de la creación
internacional en su tejido estrella: el paño. Abrigos, accesorios de todo tipo
y un sinfín de prendas se cubren de este peculiar tejido, siempre combinado con
su mejor aliado: el Black&White. Todo
un acierto que un invierno más se erige como una de las claves de la temporada.
Inspiración
college en Tommy Hilfiger,
sobreimpreso y estampado en los tejidos en el caso de Gucci, o combinado con
punto o jugando con diferentes tamaños, como nos lo muestran Raf Simons para
Dior o el americano y Thom Browne respectivamente.
Y
la tendencia trae de la mano otra tendencia que triunfaba allá por el mes de
agosto: el damero y el eterno binomio blanco y negro, por eso no es difícil
sucumbir a un maravilloso bolso tote
bicolor de Saint Laurent Paris o a la impresionante capa de armiño de la colección
de Valentino, que si bien su precio superior a 20.000 euros no nos invita a
plantearnos su compra, al menos nos hace soñar. Y la vida y los tiempos que
corren necesitan mucho eso: sueño. Porque al fin y al cabo ¿En qué se sustenta
el lujo? en la venta de artículos que en ningún caso se necesitan pero que en
todos casos invitan a soñar. Y eso ‘no tiene precio’.
Un
post tan previsible, poco innovador como necesario el de hoy. A veces ocurre
que el ir sobre seguro nos garantiza que no metamos “la pata” ¿O sí? Al menos
este invierno nos podemos permitir hacerlo. Feliz Semana. Se os quiere.
En 2011 también hablábamos de la pata de gallo, puedes verlo aquí