Filántropos de
las tendencias y valedores de nuevos talentos, coleccionistas de it bags y
amantes de la extravagancia, nueva semana y nuevo post. Toca volver y ellos
también vuelven. Hablo de los lunares. Los protagonistas del post de hoy.
A mis alumnas de
IDACEM les cuento que las tendencias pueden ser de dos tipos: o de vanguardia,
o residuales. Éstas últimas, las residuales, son las verdaderamente fuertes e
importantes, no solo porque perduran en el tiempo si no porque denotan el
calado que ese “uso o costumbre”, como tenemos a bien definir a las tendencias,
tiene en la sociedad y el grado de aceptación del mismo. Con los lunares ocurre
eso.
Los topitos volvieron hace algunas temporadas para quedarse, si es que algún día se fueron,
y lo hicieron con más fuerza que nunca, de la mano de mix de riesgo como el
estampado de topos con leopardo de las colección de Dolce & Gabbana en el invierno de 2011; o troquelados y en 3D como la propuesta de Stella McCartney para el
invierno de 2012.
Y en el verano
de 2013, por si a alguien le quedaba alguna duda, los lunares continúan su
reinado, ¿Qué por qué? Pues un sencillo vistazo a las colecciones de Haider Ackermann, Diane VonFurstemberg, Nina Ricci, Chanel, Antonio Marras, Victoria de Victoria Beckham o JasonWu tienen la respuesta.
Dicen que el
lunar es el punto y final del poema de la belleza. Aunque a juzgar por esta
temporada, es el punto y aparte …Continuará ¡Feliz semana!