domingo, 17 de marzo de 2013


Tendenciosos y filántropos de lo it, perpetradores de la extravagancia y adictos al street style y las copias low cost. Nueva semana, nuevo post. Nuevo post que escribo con tintes de reinvención, o al menos de regeneración. Regeneración, que tan necesaria es estos tiempos convulsos. Y regenerarse a veces no es más que volverse a ilusionar, volver a creer o volver a inventar (…) porque en la vida, como en la moda, nada acaba del todo. Cada cosa se detiene para volver a empezar, o al menos así quiero creerlo.

El post de hoy tiene mucho que ver con reinventar, con reinventar y volver, en este caso con (de)volver a la primera línea de creación y tendencias a una prenda tan denostada como aplaudida: la chaqueta torera.

Dicen que en tiempos de desaire económico las faldas se acortan y a la inversa, pero a sabiendas de las faldas oversize plisada fue el must del verano de 2012 en plena explosión de crisis económica, deberíamos tener a bien reconsiderar esta afirmación. Aunque lo cierto es que en la primavera de 2013, la moda ha dedicido “darnos un corte” y parafraseando aquello de “cortito por delante” reduce las chaquetas a la mínima expresión, elevando a la torera a must have de la temporada.

La versión más cool de esta prenda viene abanderado por las mini bombers, capelinas y mini trenchs de las coloridas creaciones de Christopher Bailey para Burberry Prorsum. Aunque la cosa no queda aquí: Chanel se erige como otro de los baluartes de esta tendencia,  y lo hace avalada por una legión de firmas como BalmainJust Cavalli, Donna Karan, Fendi, Ralph Lauren y su (provinciana) colección inspirada en España, Céline o Giorgio Armani.

De esta forma, es tiempo de acortar y reinventar. De regenerar (nos) y volver. Aunque una vuelta con tintes de evolución (…) Y esto es algo que mejor no saltarse ‘a la torera’. Feliz Semana.