domingo, 24 de febrero de 2013


Idolantrantes de lo nuevo, buscadores de tesoros low cost, perpetradores de la elegancia y amantes de la extravagancia. Una nueva semana llega, al igual que un nuevo post. Y al igual que lo he hecho yo de la MBFWM con un invitado de excepción: la gripe. La decepción va intrínseca a las relaciones humanas. Destrozan pero nos hacen fuertes. Son tan inesperadas como necesarias, al menos a veces. La vida poco a poco te enseña a querer y a quererte. No es más verdad aquello de que ‘quien te quiere te busca’. Porque cuando quieres buscas. Entramos por tanto el campo de la causalidad, que no de la casualidad. Y mejor aparcamos la suerte.

Como suerte, causalidad y búsqueda es la que desempeña la moda en sus niveles más altos. Aunque en este caso ella busca sin rumbo, aunque teniendo claro lo que quiere: lo nuevo, lo fresco, lo cool. La sorpresa, lo inesperado. Lo diferente. De vez en cuando e en este caleidoscópico devenir de la moda encuentra su objetivo, lo encumbra en pocos días, pero también lo aparta en otros tantos. Es una lucha, una supervivencia. Reinventarse o morir.

Luego está el terreno de los amigos especiales, aquello que con ese je ne sais quoi que los blinda contra todo pronóstico y nos acompañan siempre, a pesar de que pinchen innumerables veces en el camino. Estos ‘amigos’ en términos de moda son los que llamamos los “niños mimados”. Aquellos creadores que tienen estrella y entran en el circuito de la moda para quedarse hagan la barbaridad que hagan: dícese de Marc Jacobs, por ejemplo.

Y es aquí cuando llegamos a la clave que da vida al post de hoy, los nuevos talentos con gran respaldo: Erdem, Mary Katrantzou, Christopher Kane; en España Juan Vidal, Rabaneda o MoisésNieto, y para sumar a esta lista de ‘protegidos’ talentosos del panorama Fashion, el último en unirse ha sido Anthony Vaccarello, protagonista del post de hoy e invitado con pasaporte que de momento promete no caducar. Y una amplia lista de celebrities que lucen sus creaciones aquí y allá se han convertido en su mejor defensa.

Vaccarello enseña de la misma manera que insinúa, reduce las faldas al mínimo, amplia las aberturas al máximo, sus creaciones son una vanguardia que promete dejar de un momento a otro al desnudo a la osada que se atreva con algunos de sus vestidos de infarto, pero que sin embargo no se mueven ni un solo milímetro de aquello que se ha estipulado. El negro es su mejor aliado y los minivestidos su bandera. He querido recuperar su colección para el post de hoy. Propuesta a la que ya han sucumbido su musa Anja Rubik o su nueva embajadora en Hollywood: Jlo. Ésta última, con más críticas que halagos, ha llevado a Vaccarello al Olimpo de la creación: la red carpet. Y su look, tanto para bien como para mal, le ha dado al diseñador un pasaporte al mass market y al gran público, dado que ya contaba con  el favor de la crítica y demás componentes del mundillo.

Dicen que es mejor insinuar que enseñar, con Vaccarello esto no ocurre. Nunca antes el exceso había sido tan minimalista. De la misma manera que nadie había velado el cuerpo de la mujer haciéndolo provocadoramente sexy. Y dispuestos a velar, Anthony puede respirar tranquilo, hay toda una industria velando por su éxito, y una lista de clientas deseosas de enfundarse el nuevo sexy parisino. Esta vez la decepción no tiene cabida… ¡Admiremos pues! ¡Feliz Semana!