Amantes del circuito internacional de pasarelas y
prescriptores de tendencias; streetstylers
de vocación y descubridores de must haves
y must talents, perpetradores de la
extravagancia y anabolenos de la moda. Toca comenzar la semana y toca hacerlo
con nuevo post. Un post que mira al presente, a la que ha sido y será una de
las tendencias imprescindibles de la próxima primavera. Dicen que la vida es “dos
pasos adelante y uno atrás”, otros suscriben que ésta (la vida) sólo puede ser
comprendida mirando hacia atrás, pero para ello, ha de ser vivida mirando hacia
adelante. Sea como sea, la moda sabe mucho del juego pasado y presente, y nos
da una lección de vida en toda regla: el secreto está en evolucionar. El post
de esta semana se refleja en el pasado y se crece en el presente: ¡Agarra el
volante, nos vamos!
Su movimiento, su disposición, su feminidad… no son pocos los
atributos que podemos asociar a las prendas de rufflés y volantes. El secreto
de contemporaneizar una prenda a base de volantes está en el uso de estos de
manera sorprendente, evitando la clásica disposición en cascada y jugando a
rizar el rizo más allá de lo convencional.
Lo hemos visto este invierno en colecciones como las de
Lanvin por Alber Elbaz: todo un maestro, cuando de ponerse ‘al volante’ se
trata. Y en un ejercicio de suma y sigue, entre las colecciones invernales,
destaca Burberry Prorsum, donde Christopher Bailey propone faldas lápiz en
tejidos invernarles que encuentran su sofisticación en suntuosos volantes, convirtiéndolas
en el mejor aliado para un look de noche. También se suma a la lista Rossella
Jardini para Moschino, con vestidos cuajados de minirufflés y faldas reducidas
a la mínima expresión. Y como la cosa ‘tiene tela’, no podemos olvidarnos de
Dolce & Gabbana, que ofrecen una revisión de los clásicos volantes en
encaje y tul blanco dando forma a prendas en clave barroca.
Aunque como apuntaba al inicio, el post de hoy es un reflejo
del pasado que mira al futuro, y si tenemos que hablar en términos de
tendencias, los volantes se confirman como uno de los must haves de la
temporada. Así pareció entenderlo Nicolas Ghesquiere para Balenciaga, quién en
su última colección para la firma, construyó en clave futurista y en mix black
and White (sin duda el must de esta primavera-verano) una propuesta articulada
en vestidos y faldas con volantes semirígidos que parecen recordar el origen
español del maestro que da nombre a la firma. Y con olé o si él, el idilio
continúa y la lista sigue creciendo: Givenchy por Riccardo Tisci, otro habitual
en el uso del volante. Y mención especial para Chloé por Clare White Keller y para
el Gucci de Frida Giannini: ambas creadoras basan sus colecciones en el movimiento
y la gracia de los volantes, revisados en clave 60’s y 70’s. Sin duda, una
tendencia repetida hasta la saciedad, que no solo promete vertebrar parte de
las tendencias de la temporada si no que conquista. Y es que en la moda, como
en la vida, los altos vuelos a veces son necesarios. Feliz Semana.